
Joselo Rangel, Emmanuel del Real Díaz, Rubén Albarrán y Enrique Rangel comenzaron el espectáculo con una sesión de percusión. Uno a uno se incorporaron en el escenario.
El juego de luces acompañaba cada movimiento, lo que le agregó un efecto eléctrico. En la gigante pantalla, ubicada en el centro del escenario, aparecían imágenes que complementaban. Se iniciaba así el recital que sería un recorrido por las distintas épocas de Café Tacuba demostrando en cada canción su versatilidad y de por qué es considerada una de las mejores bandas en español.
Tras la introducción instrumental del grupo, la entrada triunfal de Café Tacuba continuó con un tema interpretado por Emmanuel. Un arranque potente que siguió con Rubén, quien exhibió una extensa y abundante melena. Su característica energía y forma de cantar no contagió al instante al público que se mostró bastante tímido. Tuvieron que pasar varios temas más para que los asistentes se despabilaran y acompañaran el ritmo frenético de Café Tacuba.
“Estamos muy agradecidos de volver a Paraguay”, dijo el vocalista al millar de gente que se reunió para verlos tocar en vivo. “Gracias por venir”, agregó Rubén, quien instó a sus seguidores a bailar y cantar. “Estornuden muchachos. Esto de la gripe es una movida política”, sentenció ante los aplausos y aprobación de los jóvenes fans.
Los músicos mexicanos no dieron respiro. De forma continuada iban apareciendo las canciones que dieron fama al grupo, como Pinche Juan, No controles, Alarma, El baile y el salón, Las flores, su versión de Ojalá que llueva café en el campo, Esa noche, Déjate caer y tantas otras. En algunos temas intervino el violinista Alejandro Flores, apodado “El profesor”, un músico que acompañó al grupo en voces y también con otros instrumentos. Fue largamente aplaudido.
A las 23:45, Rubén se despidió. “Los vamos a extrañar, aunque parezca argumento de telenovela mexicana”, expresó Rubén para descargar luego una risa irónica. “Ha sido una velada inolvidable. Esperamos que se hayan olvidado de sus problemas por un rato” , expresó el vocalista antes de dejar el escenario.
El público no quiso irse. Empezaron a pedir el bis y los cuatro músicos volvieron a aparecer para interpretar más temas culminando así una noche memorable en el viejo patio de la Estación del Ferrocarril, donde Café Tacuba despidió su gira latinoamericana “20años/20ciudades” para pasar ahora a Europa.
Los músicos mexicanos no dieron respiro. De forma continuada iban apareciendo las canciones que dieron fama al grupo, como Pinche Juan, No controles, Alarma, El baile y el salón, Las flores, su versión de Ojalá que llueva café en el campo, Esa noche, Déjate caer y tantas otras. En algunos temas intervino el violinista Alejandro Flores, apodado “El profesor”, un músico que acompañó al grupo en voces y también con otros instrumentos. Fue largamente aplaudido.
A las 23:45, Rubén se despidió. “Los vamos a extrañar, aunque parezca argumento de telenovela mexicana”, expresó Rubén para descargar luego una risa irónica. “Ha sido una velada inolvidable. Esperamos que se hayan olvidado de sus problemas por un rato” , expresó el vocalista antes de dejar el escenario.
El público no quiso irse. Empezaron a pedir el bis y los cuatro músicos volvieron a aparecer para interpretar más temas culminando así una noche memorable en el viejo patio de la Estación del Ferrocarril, donde Café Tacuba despidió su gira latinoamericana “20años/20ciudades” para pasar ahora a Europa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por ayudar a Fly a crecer!