
La piratería, la crisis económica y el desarrollo digital parecen orientar a la primera división del cine hacia la experiencia audiovisual tridimensional como forma de recuperar el atractivo de las salas de proyección.
El recuerdo de los mareos y dolores de cabeza producidos por las tentativas anteriores, en los años 50 y en los '80, más parecido a una atracción de feria que a un hecho artístico, no desanima a los entusiastas que afirman que esta vez, gracias al avance del mundo digital, es la vencida.
Para Manuel Cristóbal, vicepresidente de la Asociación de Española de Productores de Animación (AEPA), es parte de la evolución natural del cine.
"Primero fue el sonido, luego fue el color, luego el sonido más elaborado como el Dolby y otros sistemas similares, después la proyección digital, y el siguiente paso es la proyección digital en 3D estereoscópico", opinó el productor en conversación con BBCMundo.
"Es una forma en la que los cines dan algo que nadie puede dar, esa sensación de inmersión, ese espectáculo", añadió Cristóbal.
Este nuevo formato tecnológico intenta sugerir nuevas sensaciones en el espectador y engancharlo a acudir de nuevo a las salas de cine, tras el abultado descenso de espectadores experimentado los últimos años debido a la habitual costumbre de descargas de películas de Internet.
"Este cine no se puede piratear", afirmó tajante el director de Marketing de Cinesa en España, Raúl Cabrera, responsable de la implantación progresiva de seis salas con tecnología en tres dimensiones: dos en Zaragoza, dos en Barcelona, una en Madrid y otra en la capital grancanaria.El concepto de tres dimensiones ha cambiado. Los espectadores tendrán puestas unas gafas polarizantes y mirarán a cualquier lado de la sala sin problemas de visionado. En concreto, Cinesa ha instalado un proyector digital con tecnología Real-D, una inversión que supone la friolera de 110.000 euros por aparato. El proyector, sujeto a un filtro especial, lanza el doble de fotogramas, uno destinado para el ojo derecho y otro para el izquierdo, dando una sensación de tridimensionalidad.
La película "Monstruos contra alienígenas" abrió el camino para las nuevas producciones en 3D.
En España, el número de espectadores creció en 3,7 millones en el primer semestre del año,
según recoge la Federación de Cines de España (FECE) que adjudican este aumento a las películas en 3D.
El filme "U2 3D" ha sido proyectado en los festivales de Cannes, Sundance y San Sebastián con una extensa información sobre los aspectos técnicos a tener en cuenta en la producción de una película en tres dimensiones. En el caso del certamen donostiarra se abrió por primera vez la convocatoria de participación a centros formativos de todo el mundo a este sistema.
Esta nueva dimensión del cine, dirigido ya a un mercado masivo, será absorbida de forma más rápida por los jóvenes creadores.
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